Dani Trainer

EXCESO DE HIGIENE EN INFANCIA Y ENF. AUTOINMUNES (I)

Hoy hablamos de un tema bastante desconocido pero que puede explicar muchas de las enfermedades modernas que hoy en día no sólo no disminuyen, sino que van a más, aquellas denominadas enfermedades autoinmunes, donde el sistema inmunitario ataca sus propias células por error.

La generación Millenial (nacida entre 1980 y 1999) muestra un aumento de enfermedades atópicas, es decir, aquellas en las que el sistema inmune reacciona de manera exagerada al ambiente como asma, anafilaxia, rinitis alérgica, alergia alimentaria, dermatitis atópica y trastornos inmunomediados (incluida la diabetes tipo 1 y enfermedad inflamatoria intestinal [EII], que a su vez abarca enfermedades como colitis ulcerosa o enfermedad de Chron).

Debido a que nunca antes se han observado estas enfermedades, el componente genético queda descartado y los investigadores creen que la clave está en el ambiente. El origen está en una respuesta desproporcionada de la célula inmune a un antígeno extraño o un ataque del sistema inmune al propio cuerpo (de ahí que se denominen enfermedades autoinmunes).

EXCESO DE HIGIENE Y SALUD

Las mejoras higiénico-sanitarias de los últimos siglos han sido fundamentales para prevenir y tratar enfermedades infecciosas que en el pasado provocaban muchas muertes.

Paradójicamente, esta disminución en el número de enfermedades infecciosas está siendo acompañada de un aumento de enfermedades autoinmunes y alergias.

La revolución de la higiene de siglos XIX y XX como saneamiento, agua potable y recolección de basura fueron clave para reducir los casos de enfermedades infecciosas, pero también nos privaron de exposición a diversos microorganismos (nuestros viejos amigos, esos microorganismos que han servido evolutivamente para forjar nuestro sistema inmune, que ocupan los mismos hábitats ambientales), debilitando nuestra fortaleza inmune.

El precio a pagar por tener menos enfermedades infecciosas ha sido el aumento de las enfermedades autoinmunes (estudio)

Esto se debe a que hemos evolucionado expuestos a microbios y parásitos desde pequeños. La naturaleza no es estéril, al contrario del ambiente que estamos creando en los países occidentales. La “suciedad”, (en el buen sentido) microbios, parásitos y demás presentes en los entornos naturales servían de entrenamiento a nuestro sistema inmune para hacerse más fuerte.

El problema actual es que en las ciudades estamos creando entornos estériles. Nuestro cuerpo, desde que somos pequeños, no tiene esos “adversarios naturales” para entrenarse inmunológicamente. Al no haber enemigos, el sistema inmune comienza a atacarse a sí mismo.

Hemos co-evolucionado con los helmintos (parásitos que viven en nuestro organismo) y organismos microbianos que han sido (y son) vitales para tener un desarrollo inmunológico normal.

parasito-helminto

Esto, que puede dar un poco de repelús, vive en nuestro organismo en algún momento.

De hecho, las personas que se desarrollan en pueblos cerca de la naturaleza o desde pequeños tienen mascotas o hermanos desarrollan sistemas inmunes más fuertes debido a una mayor exposición a gérmenes.

Strachan fue el primero en desarrollar esta teoría en 1989 con su hipótesis de la higiene. En el estudio Strachan observó que la incidencia de fiebre y eccema (afección de la piel), ambas enfermedades alérgicas, fueron menos frecuentes en niños expuestos a más agentes infecciosos a través de sus hermanos que en los niños con familias de un solo hijo, ya que los niños que crecen en familias numerosas pueden experimentar una mayor exposición a microbios en la primera infancia debido al inevitable contacto antihigiénico con hermanos mayores.

Si este problema se centra en los entornos urbanos, puede ser de ayuda analizar a aquellos que viven en ambientes más naturales. Greenwood y su equipo observaron que en Nigeria existe una tasa ínfima de artritis reumatoide (enfermedad autoinmune) respecto a los países occidentales. La explicación podría ser las alteraciones inmunológicas derivadas de la exposición frecuente a la malaria.

Otros investigadores observaron en la década de 1970 como tribus indígenas de Canadá padecían menores tasas de alergias que aquellos que vivían en entornos urbanos.

Un estudio en Gabón encontró que los niños en edad escolar diagnosticados con esquistosomiasis, causada por la infección de parásitos del género Schistosoma , exhibían niveles más bajos de reactividad a alérgenos que sus compañeros de clase no infectados. Desde entonces, estudios adicionales han destacado este efecto aparentemente protector de los parásitos helmintos frente a enfermedades alérgicas.

Como resumen de esta primera parte:

-Exponerse a “suciedad” natural y microbios de pequeños ya sea a través de mascotas, tener hermanos o vivir en un ambiente rural entrena el sistema inmune y previene múltiples enfermedades.

-Aunque los niños de pequeños se pongan malos y tengan fiebre cada 2×3, puede no ser algo malo si hablamos de fortalecimiento inmune. Su cuerpo puede reconocer esos virus en el futuro y defenderse mucho mejor.

-Niños que durante los primeros años de vida viven en ambientes muy estériles tienen más riesgo de problemas autoinmunes, alergia o asma.

nino-y-perro

HIPÓTESIS DE LA HIGIENE

Se han ido añadiendo ideas a la hipótesis de la higiene de Strachan para entender el papel de los primeros años de vida en el desarrollo inmune.

Estudios epidemiológicos que apoyan la hipótesis de la higiene asocian, como ya hemos visto, una reducción en la sensibilización a los alérgenos con la exposición de las mascotas, la asistencia a la guardería y un mayor número de hermanos. Las infecciones de la primera infancia también se han asociado con una disminución de problemas autoinmunes en niños.

Esta teoría también defiende que la falta de exposición lleva a la tolerancia inmunitaria: estado caracterizado por la falta de respuesta del sistema inmune a sustancias o tejidos que pueden provocar una respuesta inmunitaria en un organismo. Es decir, ante un agresor externo, nuestro sistema inmune es incapaz de reaccionar.

El periodo clave para un buen desarrollo del sistema inmune comienza en el útero y termina aproximadamente en la edad escolar. Una exposición adecuada a microorganismos en esta época prevendrá muchas enfermedades autoinmunes y viceversa.

La exposición a diversos organismos en el desarrollo temprano crea una «base de datos» que permite al sistema inmunológico identificar agentes dañinos y normalizarse una vez que se elimina el peligro.

Para las enfermedades alérgicas, los momentos más importantes para la exposición son:

-Temprano en el desarrollo, desde que espermatozoide y óvulo se juntan para forjar el milagro de la vida.

-Más tarde durante el embarazo.

-Primeros días o meses de la infancia. La exposición debe mantenerse durante un período significativo.

Esto concuerda con la evidencia de que el parto por cesárea puede estar asociado con un aumento de las alergias, mientras que la lactancia materna puede ser protectora.

Y no solo hablamos de asma o alergia. Enfermedades inflamatorias como la diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, algunos tipos de depresión y determinados cánceres también pueden estar influidos por una incorrecta formación de la microbiota (de la que luego hablaremos), de ahí la importancia de prestar atención a este tema.

LA HIPÓTESIS DE LA HIGIENE BAJO REVISIÓN

El nombre de “la hipótesis de la higiene” puede llevar a confusión, haciendo creer que se refiere a la higiene personal o a lo limpio que esté el hogar (ya podemos limpiar nuestra casa 20 veces al día que los microorganismos siempre van a estar ahí. Los nichos microbianos vacíos son recolonizados instantáneamente por la ventilación y los portadores vivos). De hecho, lavarse las manos es una estrategia efectiva para prevenir el contagio de infecciones.

El estudio PAULA (Perinatale Asthma Umwelt Langzeit Allergie Studie [en alemán, por si había dudas]) abordó exclusivamente la relación entre limpieza del hogar, hábitos de higiene individuales y desarrollo de asma. No observaron un impacto de todo ello en las enfermedades alérgicas.

De hecho, destacan que “estas exposiciones cuantificables al polvo protegen del asma y las alergias en nuestro estudio prospectivo”

Aunque como también concluye el estudio: “es probable que intervengan otros componentes microbianos del polvo doméstico que no se ven afectados por la higiene personal”

En definitiva, el término «hipótesis de la higiene» puede ser inapropiado porque la gente lo interpreta incorrectamente como una referencia a la limpieza personal.  La reducción de la higiene personal, como no lavarse las manos antes de comer, simplemente aumente el riesgo de infección sin tener ningún impacto sobre las alergias o los trastornos inmunitarios.

Además, un mínimo de higiene es esencial para proteger de infecciones a poblaciones vulnerables como los ancianos, prevenir la propagación de la resistencia a los antibióticos y combatir enfermedades infecciosas emergentes como el Ébola o el COVID-19 .

LA CLAVE (UNA VEZ MÁS): NUESTRA MICROBIOTA

A lo que apunta esta teoría es que se desarrolla una colonización alterada del intestino neonatal debido a un estilo de vida excesivamente higiénico. Y como ya hemos visto en otros artículos, esas bacterias intestinales que conocemos como microbiota tienen un papel vital en la función inmune.

La microbiota son las bacterias que viven en nuestro intestino, imprescindibles para funciones tan básicas como función inmune, absorción de nutrientes o protección del organismo frente a agentes externos. Estas bacterias suponen unos 2 kg de peso, aproximadamente 100 billones (con b) de microorganismos, de los cuales el 95% se encuentran en el aparato digestivo (concretamente en el colon).

Vamos, un auténtico ecosistema en nuestro interior.

Como todo esto puede ser confuso, en resumen: una cosa es el ambiente al que nos exponemos durante la infancia a nivel de exposición a microorganismos, parásitos y otros patógenos que pueden entrenar nuestro sistema inmune y otra cosa es la higiene personal.

factores-hipotesis-higiene

Todos los factores que influyen en la hipótesis de la higiene y por lo tanto, en la microbiota de la infancia. Como vemos, el tema no es precisamente sencillo.

La formulación original de Strachan de la hipótesis de la higiene también se centró en la idea de que las familias más pequeñas proporcionaban una exposición microbiana insuficiente en parte debido a una menor propagación de infecciones de persona a persona, pero también debido a «mejores comodidades del hogar y mayores estándares de limpieza personal». (estudio)

La incidencia de enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn o la colitis fue mayor en zonas pobres de los entornos urbanos (estudio)

En resumen, algunas claves para un correcto desarrollo inmune de los más pequeños son:

⇒En embarazadas, buenos hábitos y evitar siempre que sea posible consumo de antibióticos.

⇒Siempre que sea posible, parto natural en lugar de cesárea y lactancia materna.

⇒Criar a los más pequeños en entornos rurales o naturaleza. Si se vive en la ciudad, hacer “escapadas” a estos sitios con frecuencia.

⇒Siempre que sea posible, evitar antibióticos en la infancia.

⇒Hermanos y/o mascotas (sobre todo perros y gatos) parecen tener un papel esencial en el fortalecimiento del sistema inmune.

Dejamos aquí la primera parte. Si te interesa el tema, puedes continuar con la segunda parte de este artículo con más claves, sobre todo causas más concretas y qué podemos hacer tanto con los más pequeños como en la edad adulta.

Entender estas teorías es fundamental para afrontar la epidemia de enfermedades autoinmunes que padece occidente, que ha menudo se pretenden resolver exclusivamente con fármacos, resultando una terapia poco efectiva.

Hasta aquí el artículo de hoy, espero que os haya gustado y os haya sido útil, si es así, te agradecería que lo compartieras

Cualquier duda que tengas, te leo en los comentarios ↓

Haz clic para valorar este contenido!
[Total: 1 Average: 5]

Comparte este artículo en redes!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Deja un comentario

Suscríbete gratis al blog dejando tu correo y recibe: