«Los fármacos que curan no son rentables y por eso no son desarrollados por las farmacéuticas que, en cambio, si desarrollan medicamentos cronificadores que sean consumidos de forma serializada». J. Roberts, premio nobel de medicina
En el artículo de hoy veremos el origen de la (injusta) mala fama del colesterol, intereses económicos detrás del mito y aspectos relevantes de las famosas estatinas.
Atención: este artículo de ningún modo constituye consejo médico a nivel personal. Es simple información que un humilde servidor ha reunido y contrastado. Una vez aclarado esto, empecemos.
Vivir en la era actual, la era de la información, internet, redes sociales y demás tiene muchas ventajas. Pero también inconvenientes. Uno de ellos es que tenemos tanta información a nuestro alcance con un solo click, que esto se ha convertido en un problema: cada vez nos cuesta más diferenciar de qué es cierto y qué no.
Además, los mensajes que se mandan desde los medios de comunicación, industria e incluso organismos oficiales no sabemos si pretenden ayudar al ciudadano o confundirle todavía más (sobre todo cuando se debe a intereses económicos de terceros)
Y sin duda, uno de los más perjudicados de toda ésta información sin contrastar ha sido y es el colesterol. Décadas y décadas que médicos, políticos, instituciones oficiales y demás lo han demonizado de forma muy injusta, ya que tenemos evidencia científica de sobra (desde hace años) que demuestra que el colesterol como veremos en ésta serie de artículos no sólo no es perjudicial, sino que es necesario.
Y lo que todavía tiene más bemoles es que a 18/05/2019 que es cuando estoy escribiendo esto, se siga mandando el mensaje desde muchos organismos oficiales de que el colesterol es el demonio.
¿POR QUÉ SE HA CREÍDO SIEMPRE QUE EL COLESTEROL ES MALO?
Para encontrar a los primeros médicos y trabajos científicos que empezaron a hablar del colesterol como algo perjudicial nos tenemos que remontar a principios del siglo veinte. En 1913 se podría decir que empezó todo, cuando en un experimento científico en San Petesburgo, Rusia, el bueno de Nikolaj Nikolajewitsch Anitschkow les metió un chute importante de colesterol a unos conejos, lo cual produjo cambios negativos en las arterias de los animales.
Lo que parece que en un alarde de sentido común nadie se planteó en la época es que los conejos son HERBÍVOROS. Es decir, que nunca consumen ni han consumido colesterol en su dieta. Por lo tanto, oh vaya, meterles una cantidad desproporcionada de una sustancia que no consumen les hizo daño. Qué cosas.
Éste cuestionable experimento llevó a pensar que el colesterol se acumulaba en las arterias. También se pensó que todo el colesterol provenía de la dieta, cuando hoy sabemos que no es así ya que tanto nuestro hígado como nuestro cerebro producen colesterol. Incluso aunque no consumiéramos colesterol en la dieta, seguiríamos teniéndolo en nuestro cuerpo. A ver si es que está ahí por algo…
Pero bueno, sigamos con la apasionante historia. Tras el experimento de los conejos con una sobredosis de colesterol que les sentó regular, unas décadas más tarde el Dr. Ancel Keys publicó un estudió en 7 países que relacionaba el consumo de grasas (y colesterol) con enfermedad cardiovascular. Esto vino a confirmar la teoría de que el colesterol era muy perjudicial para la salud. Bien, pues hay que tener en cuenta dos cosas de ésta publicación:
- En la época que se publicó este estudio había datos sobre consumo de colesterol de hasta 22 países. Éste doctor lo que hizo fue quedarse aquellos estudios que decían lo que a él le venía bien, y el resto de datos los mandó a paseo.
- Incluso de aquellos estudios que seleccionó, los cuales eran observacionales, no sabemos si hay una correlación clara entre colesterol y problemas cardíacos que explique causalidad. Es decir, una persona que se come un par de huevos al día, pero que además fuma, bebe alcohol y no realiza deporte, pues hombre, me parece bastante absurdo culpar al colesterol de sus problemas de corazón, cuando muy probablemente el alcohol, tabaco y sedentarismo influyan mucho más. Correlación no implica causalidad.
Este tipo de estudios de cuestionable metodología llevaron a la opinión pública a pensar que el colesterol y las grasas en general eran muy perjudiciales para la salud, y había que eliminarlas de la dieta. La industria de productos light, zero, margarina, la industria farmacéutica con sus estatinas (fármaco para reducir el colesterol) se puso en marcha. Con la gente asustada, el negocio estaba hecho.
INTERESES ECONÓMICOS Y COLESTEROL
Hay una gente con trajes y corbatas que se reúnen cada cierto tiempo y sacan guías de cosas varias, que las personas tienen que seguir sí o sí. En el caso del colesterol la guía es The National Cholesterol Education Program. Como muchos sabréis, el límite de colesterol que se considera saludable actualmente es de 200 mg/dl. Pues bien, éste límite hace un par de décadas era de 250 mg/dl. ¿Por qué se ha bajado? ¿Será que bajando este nivel más gente está en esa zona de peligro y consiguen vender más fármacos para combatir el colesterol? Nada, no puede ser. Seré yo que soy un conspiranoico.
Es curioso saber que 8 de los 9 miembros de dicho comité que elabora las guías del colesterol tienen lazos financieros con las industrias de los fármacos que disminuyen el colesterol, las estatinas. Otra casualidad es que la sociedad que enseña a médicos de toda Europa cómo tratar el colesterol con estatinas, esté financiada por los laboratorios que fabrican estatinas para bajar el colesterol. Pero nada, conspiración todo.
Por supuesto, cada vez que se reduce el umbral, aumenta en millones el número de personas que reciben tratamiento de medicamentos para reducir el colesterol, lo que aumenta enormemente el tamaño de mercado de los medicamentos.
La realidad es que diversos estudios que han recogido datos durante décadas reflejan que establecer niveles de colesterol “normales” es algo muy relativo, ya que dependen de muchos factores y en distintos individuos sanos pueden presentar valores dispares.
Como muestra la gráfica, los niveles de colesterol en personas sanas pueden ir de los 105 mg/dl hasta incluso 343 mg/dl. Imaginaros la jugada de la industria farmacéutica considerando peligroso a todo aquel que esté por encima de 200 mg/dl.
Éstos datos provienen del Profesor Brisson y el Framingham Study, el estudio sobre colesterol de mayor duración y con más datos que se ha realizado nunca.
Algo que también debemos plantearnos es si el colesterol realmente es un indicador fiable de problemas cardíacos.
Éste estudio publicado en The lancet incluyó a 5,754 pacientes de Australia y Nueva Zelanda que ya habían tenido un ataque al corazón. El nivel promedio de colesterol de este grupo de personas fue alrededor de 220 mg / dl (5.7 mmol / l). Los datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que en la misma época, el nivel promedio de colesterol para la población general también fue de 220 mg / dl (5.7 mmol / l). Las personas que sufrieron un ataque cardíaco tenían el mismo nivel promedio de colesterol que la población general.
Este otro estudio publicado en el American Journal of Cardiology incluía a 8.500 hombres estadounidenses con enfermedades cardíacas existentes. El nivel promedio de colesterol para este grupo de personas fue de alrededor de 215 mg / dl (5,5 mmol / l), lo que, nuevamente, según la Organización Mundial de la Salud es aproximadamente igual o incluso ligeramente más bajo que el nivel promedio de colesterol para la población general.
Es decir, si personas sanas y personas con problemas cardíacos o que incluso ya han sufrido un infarto tienen niveles similares de colesterol, ¿podría ser que el colesterol no tenga la culpa que nos han hecho creer que tiene?
Llegados a este punto, es necesario hablar de las estatinas, que no es más que un fármaco que reduce el colesterol pero sobre todo que deja unos cuantos miles de millones de euros al año en las arcas de la industria farmacéutica.
EL NEGOCIO DE LAS ESTATINAS
La demonización de la grasa ha abierto un mercado para la industria alimenticia con productos light, zero, bajos en calorías, danacoles y demás productos destinados a salvarnos la vida. Pero la que tiene montada la industria farmacéutica con el colesterol y sus estatinas es de juzgado de guardia.
Las estatinas son inhibidores de la HMG-CoA reductasa, es decir, actúan bloqueando la enzima en el hígado que es responsable de producir colesterol (HMG-CoA reductasa).
Sería muy atrevido por mi parte (y más sin ser profesional de medicina) decir que las estatinas son inútiles en el 100% de los pacientes. Pero lo que sí pienso y afirmo es que, si bien puede tener alguna función en algún grupo concreto, la inmensa mayoría de personas que consumen estatinas lo hacen para llenar las arcas de la industria farmacéutica, y no por mejorar su salud. Vamos con algunos datos (+ info aquí) sobre éste fármacos:
- Forman parte de la familia de los fármacos hipolipemiantes, junto con los fibratos, el ácido nicótico y otros. La función de éstos es disminuir la cantidad de colesterol en sangre.
- La simvastatina (un fármaco de la familia de las estatinas) fue el tercer fármaco más vendido en España (solo detrás del omeprazol y del paracetamol), nada menos que 24,7 millones de envases.
- El consumo de estatinas en España ha aumentado en los últimos 10 años en más de un 400%.
- Entre el año 1987 y el 2002 subió el gasto en hipolipemiantes de 27 a 600 millones de euros.
- En el año 2003 los dos fármacos más consumidos, en valor monetario, fueron la atorvastatina y la simvastatina (dos estatinas).
El problema es que cuando se investiga sobre las estatinas, muchas veces los científicos (los que están a sueldo de la industria, que no son pocos) se quedan con los estudios que les dan la razón, y los que no los desechan, lo cual crea un sesgo terrible y muy peligroso, ya que cuando un médico va a investigar sobre el tema solo se encuentra estudios a favor.
De hecho, en 2007 la Universidad de California (enlace) analizó 192 ensayos clínicos aleatorios sobre estatinas, revisados y publicados en revistas médicas. Para empezar encontró que solo el 37% eran ensayos que declaraban públicamente no haber sido financiados por farmacéuticas. Como véis, todo muy imparcial. Madre de Dios en qué manos está nuestra salud, en fin.
Por eso digo que la efectividad de las estatinas será ínfima, en grupos muy concretos con patologías específicas. Para el resto, un gasto de dinero y unos efectos secundarios devastadores para la salud.
¿Qué hay de los efectos secundarios de las estatinas? Pues, por desgracia, mucho. Así a bote pronto tenemos una revisión de la American Journal of Cardiovascular Drugs que cita casi 900 estudios (sí, 900) sobre los efectos adversos de los inhibidores de la HMG-CoA reductasa (estatinas).
Y como quizá no os apetezca demasiado leer esos casi 900 estudios, os dejo un resumen de los efectos de éstos fármacos cuya misión dicen es mejorar nuestra salud:
- Pérdida cognitiva
- Neuropatía
- Anemia
- Acidosis
- Fiebres frecuentes
- Cataratas
- Disfunción sexual
Otros efectos secundarios graves y potencialmente mortales incluyen, entre otros:
- Un aumento en el riesgo de cáncer.
- Supresión del sistema inmune.
- Condición muscular degenerativa grave (rabdomiolisis).
- Disfunción pancreática.
- Disfunción hepática. (Debido al aumento potencial de las enzimas hepáticas, los pacientes deben ser monitoreados para determinar su función hepática normal)
Otro problema de las estatinas es que provocan la depleción de la coenzima Q10. La coenzima Q10 es un compuesto antioxidante fundamental para el proceso de producción de energía dentro de las mitocondrias y para la extinción de los radicales libres (responsables entre otras cosas del desarrollo de cáncer)
CONCLUSIÓN
Algo tan vital con la salud nunca se debe dejar en manos de otras personas o instituciones. No podemos llevar unos malos hábitos durante años y luego esperar a que venga el médico o el sistema sanitario a salvarnos la vida. Hoy en día sabemos que la inmensa mayoría de las enfermedades actuales, incluyendo las más mortales, dependen de nuestros hábitos.
Mañana es el primer día del resto de tu vida. Empieza a tomar las riendas de tu salud. Infórmate de fuentes fiables, empieza poco a poco, contrata a un profesional si lo ves necesario. Pero no lo dejes. Por desgracia, la salud muchas veces se valora cuando ya no la tenemos.
Hoy en día hay que cuestionárselo todo. No te creas lo que te dice la televisión o la prensa, ni si quiera tienes por qué creer lo que dice éste artículo. Infórmate, contrasta, experimenta y a partir de ahí forma tu opinión.
Habrá una segunda parte de este artículo (quizá una tercera también). En cuanto a las estatinas si las tomas o conoces a alguien que las consuma, por supuesto haz caso a tu médico, pero entiende que tus hábitos tienen mucho más impacto en tu salud que cualquier fármaco. Sí, es más fácil y cómodo tomarse una pastilla que cambiar los hábitos. Pero las consecuencias siempre llegan. Tú decides.
Seguimos hablando sobre el colesterol en siguiente artículo.
Hasta aquí el artículo de hoy, espero que os haya gustado y os haya sido útil, si es así, te agradecería que lo compartieras!
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2 comentarios en «MITO DEL COLESTEROL (I) ORIGEN E INTERESES DETRÁS DEL MITO»
excelente, me encantó, me hace mucho sentido, felicitaciones!!
Gracias por tu comentario Patricia!