Dani Trainer

EXPOSICIÓN A LUZ ARTIFICIAL Y SU RELACIÓN CON CÁNCER, OBESIDAD Y DIABETES

exposicion-luz-artificial

La mayoría de programas de pérdida de peso, ganancia de músculo o mejora de salud solo tienen en cuenta dos factores: entrenamiento y alimentación. Hay profesionales de la salud que empiezan a hablar más de manejar los niveles de estrés, dormir lo suficiente, etc.

Pero muy pocos son los que hablan de la incidencia de la luz artificial en la salud y el organismo, algo a lo que nos exponemos a diario, durante horas en la mayoría de casos.

Aunque en la sociedad hemos normalizado vivir prácticamente todo el día (y buena parte de la noche) bajo luz artificial, no es algo adecuado para nuestra biología y nuestros genes.

Nuestras células y tejidos funcionan en base a los ciclos de luz-oscuridad y así hemos evolucionado. Quien marca la pauta del funcionamiento de nuestro organismo es el núcleo supraquiasmático (NSQ) situado en el hipotálamo. Nuestro sistema nervioso (SN) se comunica con el NSQ y regula absolutamente todo en nuestro cuerpo: expresión de los genes, hormonas, temperatura corporal, metabolismo de lípidos y glucosa, etc.

El NSQ recibe a través de los ojos tanto la luz solar como la oscuridad, regulando así los procesos del organismo. Por ello, entre otros motivos, no estoy a favor de estar al aire libre todo el tiempo con gafas de sol, ya que estamos “engañando” a nuestro cerebro, haciéndole creer que es de noche cuando es de día.

 

nucleo-supraquiasmatico

Lo mismo ocurre cuando nos exponemos a luz artificial a altas horas de la noche. Aunque en el exterior es de noche, nuestro cerebro cree que aún es de día.

El sistema circadiano controla ritmos fisiológicos como los patrones de descanso y actividad, el estado de alerta, el hambre y apetito y la sensibilidad a glucosa e insulina. Perturbar estos ritmos afecta gravemente nuestra salud.

Nuestros genes apenas han cambiado en varios millones de años de evolución, sin embargo, la luz artificial es un invento de hace apenas 200 años. Teniendo en cuenta que nuestros antepasados han vivido y evolucionado bajo los ciclos de luz-oscuridad naturales, no es una locura pensar que exponernos cada vez menos al sol y oscuridad y vivir cada vez más horas bajo luz artifical, pueda afectar a nuestra salud y a los ritmos circadianos.

¿Cómo afecta al ser humano la luz artificial?

Expertos en salud como el neurocirujano Jack Kruse comienzan a señalar que en la epidemia de enfermedades actuales, si bien la alimentación y sedentarismo influyen, lo que más daño nos hace es la falta de exposición a luz natural, la desregulación de nuestros ritmos circadianos y todo el tiempo que pasamos con la tecnología, frente a pantallas.

Se puede estar más o menos de acuerdo, pero es evidente que la luz artifical nos afecta. Sólo tenemos que observar cómo ha ido evolucionando la forma en que nos iluminamos, habiendo utilizado una luz muy cálida (fuego, bombillas incandescentes…) en el pasado, similar a la luz natural del atardecer, que no influía en nuestro organismo, cuando en cambio ahora vivimos casi todo el día bajo luces LED y fluorescientes, con altos picos de luz azul (profundizo más sobre la luz azul aquí)

 

evolucion-luz

La función biológica de los humanos se ajusta por el espectro de la luz solar y su variación.

Un grupo de investigadores de Países Bajos demostraron en un estudio en ratones que la disrupción circadiana causa pérdida de músculo, activación pro-inflamatoria del sistema inmune ysignos de osteoporosis. (+ detalle)

La buena noticia es que los roedores revirtieron estos problemas de salud recuperando el ciclo natural de luz-oscuridad.

El cáncer, una de las principales causas de muerte en occidente, tiene una incidencia mayor en países desarrollados que en los no desarrollados. Y entre las diferencias que existen entre estos países, una es que en los desarrollados pasamos más horas bajo luz artificial cuando ya es de noche. Esto inhibe la producción de melatonina (hormona del sueño) alterando así nuestro ritmo circadiano.

Primero, debemos entender la relación melatonina-cáncer. La melatonina inhibe el crecimiento de tumores pequeños establecidos. Si su funcionamiento es correcto y mantenemos un buen decanso, estos tumores nunca progresarán a una neoplasia (formación de un tumor más grave) debido a las propiedades anticáncer de la melatonina. (estudio)

Pero si padecemos una desregulación circadiana y no se produce suficiente melatonina, esos tumores que no eran peligrosos pueden pasar a serlo. Este es el mecanismo por el cual exponerse a luz artificial durante la noche de forma constante puede aumentar el riesgo de cáncer.

De hecho, estudios como éste observan una asociación inversa entre duración del sueño y desarrollo de cáncer. Cuida tu descanso.

Otro factor que relaciona exposición a luz artificial y cáncer son los trabajos a turnos, debido, una vez más, a la desregulación circadiana. Desde 2007, la Organización Mundial de la Salud considera el trabajo a turnos como potencialmente cancerígeno.

Hablo más sobre los trabajos a turnos y qué soluciones existen para disminuir su daño aquí.

En cuanto a la diabetes, existe mayor incidencia de ésta enfermedad en personas que trabajan de noche, bajo luz artificial. La alteración de ritmos circadianos y del ciclo luz-oscuridad aumentan la resistencia a la insulina, favoreciendo el desarrollo de diabetes. (+ detalle)

La resistencia a la insulina supone que el organismo no maneja la glucosa en sangre de forma adecuada, derivando en una acumulación de ésta. Ese exceso de glucosa favorece la ganancia de grasa y aumenta el riesgo de diabetes. Un ritmo circadiano alterado también favorece la ganancia de peso e incrementa tanto apetito como el tejido adiposo, factores que también influyen en el desarrollo de diabetes.

Otro aspecto a tener en cuenta es la falta de contacto social y familiar que llevan a un mayor estrés del individuo que trabaja en un horario de noche, contribuyendo al empeoramiento de la salud. (estudio)

Por otra parte, también es cada vez más evidente la relación entre luz artificial y la epidemia de obesidad actual. Como ya hemos visto en el caso de la diabetes, esa ganancia de peso e incremento del apetito al desregular nuestros ritmos circadianos también suponen un factor de riesgo para el desarrollo de sobrepeso y obesidad. (+ detalle)

mapa obesidad mundial

Arriba, mapa de la obesidad a nivel mundial. Abajo, mapa de luz artifical, a nivel mundial.

La relación es tan obvia que puede verse desde el espacio. Ni mucho menos la obesidad se debe solo a la luz artificial, pero la correlación más que casual, es causal.

Un curioso estudio encontró que las mujeres que se quedaban dormidas frente a la luz artificial de la televisión tenían hasta un 17% más de probabilidad de ganar peso y desarrollar obesidad en el futuro que las que no lo hacían.

De nuevo, el estudio concluye que exponerse a luz artificial por la noche aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad.

Otro efecto de la luz artificial durante la nocturnidad es su capaz de producir cambios metabólicos, elevando los niveles de glucosa en sangre en el organismo y favoreciendo la resistencia a la insulina, sin necesidad de consumir ningún alimento, suponiendo un factor de riesgo tanto en el desarrollo de diabetes como obesidad. (+ info)

Solución: recuperar el ritmo biológico natural

No se trata de volver a vivir con antorchas y velas, pero debemos ser conscientes de que la exposición a luz artificial y pantallas, especialmente de noche, afecta a nuestro ciclo natural de luz-oscuridad, derivando en diversos problemas de salud.

Está muy bien cuidar la alimentación y hacer ejercicio, pero exponernos tanto a la luz como a la oscuridad en los momentos adecuados tiene un papel fundamental en nuestra salud y biología.

Para combatir las pantallas y luz artificial durante la noche son de gran ayuda las gafas blue-blockers (como éstas) ya que aumentan la melatonina hasta un 58% respecto a no usarlas, mejorando significativamente del descanso. (estudio)

Exponte lo que puedas a luz natural durante el día, también en lugares cerrados. Los trabajadores de oficina que reciben luz natural tienen mejor desempeño físico, cognitivo y una mejor calidad del sueño que los trabajadores sin ventanas. (estudio)

Aprovecha cualquier rato, aunque sea un descanso en el trabajo, para dar un pequeño paseo bajo la luz natural. Evita las gafas de sol y ve en manga corta, que tu cuerpo perciba los rayos del sol.

Evita la luz artificial de noche. Utiliza gafas blue-blockers que reduzcan el efecto dañino de la luz azul durante la noche y si tienes que usar pantallas, instala aplicaciones que añaden un filtro rojizo para minimizar el daño de la luz azul.

Hasta aquí el artículo de hoy, espero que os haya gustado y os haya sido útil, si es así, te agradecería que lo compartieras!

Cualquier duda que tengas, te leo en los comentarios ↓

Haz clic para valorar este contenido!
[Total: 1 Average: 5]

Comparte este artículo en redes!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Deja un comentario

Suscríbete gratis al blog dejando tu correo y recibe: